COMO HACER PRESUPUESTO DE MARKETING DIGITAL



En la era digital, las técnicas empleadas para satisfacer las necesidades de los clientes y acrecentar los ingresos cambian con innovaciones que ahora ofrecen posibilidades casi infinitas. Los medios digitales se han multiplicado en los últimos tiempos (ordenadores portátiles, tabletas, móviles, objetos conectados de todo tipo) y la publicidad y las relaciones con los clientes han experimentado cambios significativos. Donde ya antes se utilizaban extensamente los anuncios de radio, la publicidad televisiva, las vallas de publicidad y la prospección telefónica, en la actualidad se han impuesto nuevas formas de marketing: envío de correos, banners on line, referencias naturales y pagadas, comercio on line, marketing de contenidos, redes sociales, uso de Big Data....



Es con la llegada de la Web diez que las empresas empezaron a diversificar sus formas de comunicación y venta. De este modo aparecieron los primeros sitios de comercio virtual en mil novecientos noventa y cuatro, el correo electrónico se transformó en una herramienta de distribución y los anuncios encontraron su sitio en los sitios web. No obstante, en aquel momento, era solo una aplicación de las técnicas tradicionales al campo digital. Los cambios reales aparecieron por vez primera con el nacimiento de Google y el énfasis en posicionamiento SEO. Las empresas debieron desarrollar nuevas habilidades y centrarse en su contenido en lugar de centrarse en las técnicas publicitarias tradicionales, dando de este modo beneficios reales a los usuarios de Internet. En verdad, pudieron acceder a información verdaderamente interesante y más completa, que ya no se limitaba a un catálogo de productos o a anuncios en color, prometiendo descuentos inusuales.

Con unos pocos clicks, los usuarios de Internet pueden dejar sus creencias, compartir comentarios, chatear con el servicio de atención al usuario, unirse a una comunidad de marca, o aun participar en el diseño de nuevos productos y servicios en cooperación con las empresas.





Es bastante difícil para las empresas francesas, así sean grandes conjuntos, pequeñas empresas, proveedores de servicios, empresas pequeñísimas, etc., eludir la transformación digital. De hecho, la enorme mayoría de los establecimientos están presentes en la Red de una manera o bien otra (sitio web, página en las redes sociales, artículos de prensa publicados on line, banners, formulario de establecimiento a través de Google...) y semeja arriesgado descuidar su presencia digital si no desea ser superado por la competencia. Por ejemplo, conforme un estudio de Médiamétrie realizado en dos mil diecisiete, los jóvenes pasan más tiempo en Internet que delante de sus televisores y, según CRÉDOC, el setenta y tres por cien de la población tiene un teléfono inteligente (¡el 90 por ciento para los jóvenes de 18 a 39 años!) de empleo diario para la mayoría de ellos.

Además, Internet abre ocasiones en un mercado global al que antes era bastante difícil acceder para las compañías locales. El Marketing Digital es, por lo tanto, tanto más esencial cuanto que deja el acceso a millones de clientes del servicio potenciales en cualquier instante del día. Por consiguiente, la tecnología digital no solo es una de las últimas tendencias, sino más bien también una forma de acrecentar su volumen de negocios y su reputación utilizando todas las técnicas a su predisposición.



Merced a las cookies, los datos GPS y las bases de datos, disponen de información valiosa para ofrecer contenidos útiles e interesantes para el usuario de Internet. Esto permite, por servirnos de un ejemplo, enviar códigos promocionales dirigidos, retargeting, apuntar a una determinada categoría de la población con anuncios de Fb, etcétera Hoy en día, todo es más fácil merced a la disponibilidad de los datos en tiempo real, para amoldarse rápidamente a las necesidades y no perderse ningún usuario potencial.

Al paso que parece obvio que el marketing en Internet puede ampliar sensiblemente la base de consumidores potenciales, asimismo es importante ser consciente de que es una forma muy efectiva de retener a los clientes del servicio existentes. Para esto se pueden utilizar varias palancas:


La búsqueda de una experiencia de usuario positiva, para ofrecer mucho más que publicidad a los usuarios de Internet y a los usuarios de móviles. El propósito es ofrecer un contenido que cuente una historia inmersiva y amena, a fin de que el consumidor recuerde la marca, cree un vínculo especial con ella y quiera volver a entrar en contacto con ella. Por poner un ejemplo, a través de terminales táctiles o tótems interactivos situados en los puntos de venta o en los stands, es posible ofrecer servicios complementarios y de entretenimiento a los consumidores (fotografías de recuerdo, juegos, presentación del catálogo completo en versión 3D, etcétera).
La creación de una comunidad de marcas a través de redes sociales y aplicaciones móviles, para establecer una relación privilegiada y permanecer omnipresente en la mente de los consumidores, pensando en ofrecer contenidos útiles y/o entretenidos, para no producir fatiga.
Proximidad a los consumidores y la posibilidad de responder a sus preguntas prácticamente de forma instantánea a través de redes sociales como Twitter o Facebook Messenger, Chatbots, etc.

Ciertos movimientos "anti-inteligencia" y preocupaciones de salud sobre las nuevas tecnologías (riesgos de las ondas, pantallas, etcétera) podrían poner en tela de juicio el Marketing Digital. Sin embargo, hoy día nos encaramos a un número creciente de personas con teléfonos inteligentes, tabletas, relojes conectados y otros objetos conectados a Internet, lo que sugiere un futuro refulgente para el Marketing Digital.

Esto parece tanto más cierto cuanto que las tecnologías evolucionan a gran velocidad y la revolución digital está lejos de haber dicho su última palabra, ofreciendo a las compañías poco a poco más ocasiones para comunicarse y fidelizar a sus clientes. Ya las primeras técnicas utilizadas en el Marketing Digital están perdiendo su eficiencia, como es el caso de las campañas de afiliación o bien Display. Su impacto y rentabilidad ya no son suficientes en frente de nuevos tipos de publicidad como la realidad virtual, que ofrece una experiencia considerablemente más inmersiva.

Uno puede aun preguntarse si lo digital (en su definición básica: "refiriéndose al dedo") no va a perder su importancia, sino que se transformará para simplemente dar paso al marketing visual y auditivo, sin que ninguna interacción puramente física entre en juego. Esto es en especial cierto leer más en el caso de las PDAs, que facilitan la vida diaria de los usuarios, ofreciéndoles contenidos enormemente adaptados. La RA asimismo ofrece nuevas posibilidades, al llevar los objetos virtuales al corazón de la realidad, en ocasiones incluso sin que el consumidor los haya pedido.

A corto plazo, podemos imaginarnos cómo los departamentos de marketing podrán aprovechar las últimas tecnologías para ofrecer más rentabilidad a la empresa, pero brotan múltiples preguntas sobre la comercialización del futuro en quince, 30 o 50 años: ¿podrán las compañías amoldarse tan de forma rápida como sea preciso a las innovaciones? ¿La falta de confianza en la inteligencia artificial no ralentizará la tecnología digital? ¿No va a impedir la protección de los datos y la privacidad, tan apreciados por los usuarios, que las compañías desarrollen sus estrategias digitales como les agradaría?


Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *